Cómo dibujar un bodegón para principiantes: crear un bodegón, crear ideas para composiciones y sutilezas básicas

La adquisición de habilidades básicas en cualquier campo de las bellas artes comienza con el dibujo de bodegones. Al principio los estudios incluyen las formas geométricas más sencillas y luego las tareas se van complicando.

El dibujo de bodegones para principiantes es un tipo universal de dibujo académico que resuelve simultáneamente varios problemas importantes.

Incluye la formación en composición, cómo combinar formas y colores de diferentes objetos en una obra, así como el dominio de las técnicas de construcción de la perspectiva y de mostrar el volumen con la ayuda de las sombras.

Todas las habilidades que adquieren los artistas principiantes en el proceso de trabajar en naturalezas muertas les ayudan a mejorar y pasar a dibujar objetos más complejos.


Contenido:

Dibujo de naturaleza muerta

En un centro educativo, durante las clases de dibujo el propio profesor plantea una naturaleza formativa a partir de los temas que elige.

Cuando un principiante tiene que trabajar en un bodegón por su cuenta, empieza por organizar correctamente las partes de la composición. Para ello, elija artículos domésticos sencillos que compartan un tema común.

Por ejemplo, las vajillas de formas geométricas simples, hechas de diferentes materiales, son útiles para dibujar, ya que se puede practicar simultáneamente la creación de una composición, la selección de colores y la representación de diferentes texturas, como el metal, la porcelana, el vidrio y un trozo de pan.

En las naturalezas muertas sencillas, es popular que los estudiantes realicen composiciones a partir de material de papelería o deportivo, hojas y verduras de otoño, frutas y flores en jarrones y juguetes.

Los fundamentos de la composición de bodegones

A la hora de disponer los objetos para dibujar, hay que seguir tres reglas básicas de composición de bodegones:

  • El tipo de formato, que puede ser vertical, horizontal o encajar en un cuadrado.
  • Disposición simétrica o deliberadamente descentrada de la composición.
  • Disposición geométrica de los objetos seleccionados dentro del formato elegido.

Si la composición es horizontal, se pueden utilizar más objetos en el plano y rellenar el fondo con una bonita cortina o una sección de pared con una textura interesante.

En un arreglo vertical, el énfasis está en un objeto central alto, a menudo un jarrón con un pintoresco ramo de flores. El formato cuadrado destaca la distribución equilibrada de las partes de la composición.

Entre la distribución correcta de los objetos en los esquemas, hay varios principales. Con el formato cuadrado, puede ser inevitable un esquema circular de disposición de todas las partes en un dibujo de bodegón. El objeto central en esta forma puede estar ausente o en el centro.

Con el formato vertical el esquema más lógico podría ser un triángulo, y el objeto alto, al ser el principal de la imagen, pasa a estar encima de esta forma geométrica. En el formato horizontal, se utilizan diagonales o patrones circulares para disponer los temas.

Dinámica y estática en un entorno de estudio

El ejercicio da al alumno la oportunidad de practicar la relación entre la estática y la dinámica en su composición. La impresión de un cuadro estable se crea poniendo en escena objetos casi iguales en tamaño y forma.

El movimiento puede mostrarse combinando figuras de tamaño y contorno diferentes, dispuestas de forma asimétrica y a distancia entre sí. Es importante no sobrecargar el dibujo con un gran número de detalles, de los cuales 3-5 piezas de diferentes tamaños suelen ser suficientes para expresar claramente la idea.

Es un error poner todos los sujetos en una línea como en un dibujo plano. Cuando hagas un dibujo en perspectiva y profundidad debes colocar los elementos de la composición a una distancia tal que se cubran ligeramente con volúmenes.

La importancia de la luz al dibujar objetos

En un dibujo académico o en un bodegón de pintura escolar, la luz superior suele dirigirse desde un lado para captar los volúmenes de todos los detalles con sombras claras y reflejos en los objetos vecinos. En el primer plano de un bodegón se obtienen gradientes de luz especialmente contrastados.

El fondo trasero de la imagen se indica con un dibujo más borroso e indistinto. La luz lateral adicional crea formas expresivas de luz y sombra, y la luz diurna de la ventana proporciona contornos suaves de las cosas y transiciones suaves entre ellas.

Boceto de bodegón a lápiz

Para empezar a trabajar en un dibujo debes partir de un simple bodegón con un lápiz sobre papel. Para ello, necesitarás una composición seleccionada de objetos sencillos colocados sobre una mesa con o sin cortinas, un lápiz de dureza media y una goma de borrar.

En primer lugar, hay que marcar en una hoja de papel una línea diagonal del plano que sobresale la mesa. Está construido con dos diagonales que se cruzan, cuya intersección puede desplazarse a una de las esquinas inferiores del cuadro.

A continuación, los objetos que componen el bodegón se colocan en el plano resultante. Para ello, hay que encontrar sus lugares exactos en el dibujo de la superficie de la mesa y trazar sus volúmenes con líneas de luz.

Este proceso es el que más tiempo consume, ya que es necesario no sólo dibujar correctamente todos los elementos de la composición, sino también mantener sus formas y proporciones reales en relación con los demás.

Es muy importante colocar los detalles centrales y secundarios al principio para que no parezcan demasiado pequeños, ampliados o desplazados de forma injustificada a una de las esquinas del papel.

Pintura de bodegones

Las pinturas y los bocetos en color pueden realizarse con varias técnicas, desde el lápiz y el pastel hasta la acuarela o el óleo. Algunos artistas prefieren la témpera, el gouache o los tintes acrílicos.

Pinta un bodegón cuando hayas hecho un buen dibujo a lápiz y los elementos individuales, así como la composición en su conjunto, estén bien construidos.

Se recomienda empezar a trabajar en un bodegón eligiendo los colores más puros y brillantes para que puedan marcar el tono de todo el cuadro. Para conseguir una representación lo más realista posible de los sujetos hay que crear un esquema de color rico, empezando por las zonas más claras.

A continuación, puedes aplicar gradualmente sombras de penumbra que se desvanecen en las zonas más oscuras. Se pueden obtener diferentes gamas de luz y matices en la distribución final de los reflejos en los fragmentos más iluminados del bodegón.

A la hora de elegir un esquema cromático básico, es importante combinar correctamente los colores en función de su calidez o frialdad, y no excederse en la cantidad al mezclarlos. Más de tres tonos básicos en un cuadro pueden percibirse como desorganizados y demasiado abigarrados, lejos de la armonía.

Las reglas del color en la pintura

Para aprender a pintar un bodegón ligero, puedes ceñirte a la regla clásica que limita el número de colores utilizados en un cuadro a 2-3.

Esto no significa que haya que pintar un mundo tan colorido con sólo dos colores, sino que la gama total de sus muchos matices debe crear una obra de gran riqueza cromática.

A un número limitado de colores básicos se añaden algunos adicionales sólo para obtener combinaciones de color acertadas y para dar volumen a los detalles.

Por ejemplo, en un bodegón con frutas otoñales se pueden utilizar el amarillo y el azul como colores primarios y, con la ayuda de colores adicionales, se pueden obtener manchas anaranjadas en las manzanas y las peras, manchas moradas y azul oscuro en las ciruelas y en el fondo.

Las sombras sobre un fondo amarillo-anaranjado pueden mostrarse con tonos azules o violetas y la perspectiva puede animarse con unos trazos amarillos.

Un bodegón primaveral con sólo el verde y el blanco como colores principales puede resultar muy natural y tierno, y unos cuantos tonos de estos colores pueden añadir variedad al cuadro, especialmente si se añaden pinceladas rosadas cálidas.

Resultan interesantes las combinaciones inusuales de tonos marrones cálidos y profundos con reflejos azules y blancos en contraste, sobre un fondo azulado frío, como la loza oscura sobre un mantel claro.

Lo más difícil es la correcta distribución de los tonos en los cuadros multicolores, como los bodegones con flores o frutas.

Es difícil hacerlo con un número limitado de tonos, lo que significa que no se puede dar a todos los colores la misma oportunidad y elegir 2-3 de ellos dominantes, dejando los otros como auxiliares.

Cuadro de un bodegón con lápices y colores

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